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¿Qué se puede entender por “calidad de vida”?

En la actualidad, el término “calidad de vida” es utilizado de manera indistinta en diferentes ámbitos. En tal sentido, le son atribuidas un conjunto de características y condiciones que oscilan entre el bienestar individual, el bienestar colectivo, la felicidad y modos de vida específicos que garanticen la satisfacción de las necesidades de los individuos que integran una sociedad (González, 2013, pp. 110-111).   

Distintas disciplinas se han dado a la tarea de definir de manera más o menos operativa dicho concepto. En ciencias de la salud, la calidad de vida se define por el bienestar en términos de funciones biológicas y corporales, además de la salud física y mental de los individuos. En las ciencias sociales, la calidad de vida se concibe como una construcción social dependiente de la percepción que distintas sociedades tienen de los modos de vida de otras a través del tiempo y en diferentes espacios (González, 2013, pp. 111-112).

A pesar de la gran variedad de definiciones existentes, la calidad de vida es entendida oficial y coloquialmente desde los años 70 del siglo XX como el bienestar individual y social obtenido mediante el acceso a mejores condiciones de vida. Esta noción es suficientemente abarcadora y efectiva para explicar en pocas palabras lo que en nuestros días se puede estimar como una buena calidad de vida. Sin embargo, se debe aceptar que se habla de un estado de satisfacción que se puede obtener de tantas formas como personas hay en el mundo (González, 2013, pp. 110-113).

En el ámbito inmobiliario, la calidad de vida generalmente está asociada a la calidad de la vivienda en términos de plusvalía (servicios, ubicación, rendimiento económico). En Grupo Veq entendemos a la calidad de vida como una cuestión integral: cuando ofrecemos una oferta de vivienda, buscamos que la satisfacción de nuestros clientes provenga tanto de la calidad de nuestro trabajo como de la personalización de la experiencia que ofrecemos en la adquisición de una propiedad que pueda ofrecer las mejores condiciones de vida presentes y futuras. 

Fuentes: González, R. (2013). La calidad de vida en Tijuana y Monterrey. Un estudio exploratorio-comparativo. Frontera Norte, 25 (49): 109-129.